Especialista de Marca
El riesgo de incendio está presente en muchas
actividades de las empresas, por lo que es necesario desarrollar las acciones
de prevención y protección adecuadas para su control.
Este artículo
pretende ofrecer una información básica y general sobre los factores que
intervienen en un conato de incendio y los peligros a los que pueden estar
expuestas las personas por los efectos del humo y los gases calientes y tóxicos
que se desprenden en la combustión de los materiales.
También trataremos las distintas posibilidades
de acción, contempladas desde un enfoque integral de la seguridad contra
incendios, y se desarrollan las técnicas específicas de prevención, los métodos de extinción y los
agentes extintores disponibles. Se completa con una llamada de atención hacia
la necesidad de contar con una organización de seguridad contra incendios, que
se traduce habitualmente en un plan de emergencia, y se indica el procedimiento
de utilización de los extintores y de las bocas de incendio equipadas.
Introducción
Hace tiempo, cuando había un incendio en el
monte, bastaba tocar las campanas para congregar a muchas personas que con las
herramientas de su trabajo cotidiano o simplemente con ramas luchaban contra el
fuego hasta apagarlo. A veces, sin embargo, eso no era suficiente y se producían
grandes desastres. Actualmente el número de incendios y su intensidad son cada
vez mayores por causas socioeconómicas. La probabilidad de que un fuego produzca
grandes daños y afecte a toda una ciudad, es también mayor. Por ello, no es
suficiente basarse en la simple movilización de las personas que estén cerca
del incendio.
Frente a esta situación general, existirá la
certeza de la posibilidad de protección contra la generación de incendios y sus
efectos en lugares donde se puede aplicar técnicas y principios de:
·
Prevención de incendios
·
Lucha contra el fuego
·
Protección de infraestructura y de
bienes
·
Protección humana
·
Evacuación
¿Qué es un incendio?
Del latín focus,
el fuego es el calor y la luz producidos
por la combustión. El fuego nace a partir de una reacción química de oxidación
y supone la generación de llamas y la emanación de vapor de agua y dióxido de
carbono. Podría decirse que el fuego es la manifestación visual del mencionado
proceso de combustión.
Sus efectos son no deseados pueden producir
lesiones irreversibles y ocasionar hasta la muerte.
El fuego va a ser la reacción química de combustión, basada en el fenómeno
de “Oxidación - Reducción” fuertemente exotérmicos, que se van a manifestar por
un gran desprendimiento de luz y calor.
Para obtener esta reacción es necesaria la presencia de un material oxidante y otro reductor, el material que fungirá como oxidante frecuentemente es el oxígeno y los diferentes tipos de combustibles en sus estados sólidos, líquidos o gaseosos son los que intervendrán como reductores.
La velocidad de reacción manifestada por la
velocidad de propagación del frente de las llamas, se le dan las siguientes
denominaciones:
Combustión – Velocidad menor de 1m por
segundo.
Deflagración – Velocidad superior a 1m por
segundo.
Detonación – Velocidad mayor que la del
sonido.
El TRIANGULO DEL FUEGO
En su concepto más simplificado, el fuego se
produce cuando existen simultáneamente en tiempo y espacio los tres factores
siguientes:
Combustible
Comburente
Calor
Los factores pueden asimilarse a los tres
lados de un triángulo, cada uno de los cuales, debe estar siempre en contacto
con los otros dos para que se produzca la combustión.
La importancia del combustible afectado en un
incendio es tan importante que los incendios se clasifican de acuerdo con el
combustible.
La Norma UNE-EN2 se distingue por 5 clases de
fuego, según el tipo de combustible que son:
Clase A (Sólidos)
Clase B (Líquidos o líquidos licuables)
Clase C (Gases)
Clase D (Metales especiales)
Clase F (Derivados de la utilización de ingredientes para
cocinar, aceites, grasas vegetales o animales)
Los focos mas frecuentes de ignición son:
Electricidad
18%
Fricción, rozamiento 14%
Chispas metálicas 12%
Fumar y fósforos 9%
Corte y soldadura 8%
Superficies calientes 7%
Chispas de combustión 6%
Llamas abiertas 5%
Ignición espontánea 4%
Materiales recalentados 3%
Indeterminados 12%
Ejemplos concretos de focos de ignición son
los siguientes:
- Cables eléctricos con sobretensión.
- Instalaciones eléctricas sin protección
contra sobre intensidades.
- Fusibles de protección
"puenteados".
- Derrame de combustibles por fugas de la
alimentación en quemadores de calderas.
- Almacenamiento en combustibles líquidos,
disolventes, etc., cerca de estufas.
- Trabajadores fumando en zonas de
almacenamiento con combustibles sólidos y/o líquidos.
- Quema de desperdicios y basuras en lugares
inadecuados.
- Ejes de motores y máquinas mal alineados,
etc.
- Productos químicos incompatibles entre sí,
que entran en contacto.
PELIGROS PARA LAS PERSONAS AFECTADAS
POR UN INCENDIO
Los peligros para las personas afectadas por
un incendio se derivan de los factores siguientes:
• Calor.
• Visión limitada por opacidad del humo e
irritación de los ojos.
• Narcosis por gases asfixiantes.
• Gases tóxicos.
• Irritación de las vías respiratorias.
Estos factores tienen como consecuencia:
• Incapacidad física.
• Pérdida de la coordinación motriz.
• Visión reducida.
• Desorientación.
• Falta de juicio.
• Pánico.
En efecto, durante un incendio se desprenden
gases, vapores, aerosoles y partículas sólidas en suspensión, diversos
productos residuales de las reacciones químicas de oxidación-reducción que tienen
lugar en la combustión.
Son estos humos, los productos tóxicos que los
componen, los que causan el mayor número de víctimas mortales en los incendios.
La mayoría de estas víctimas ocurren porque,
en principio, no han podido encontrar la salida por causa del humo y, después,
porque el monóxido de carbono les ha envenenado o la falta de oxígeno,
asfixiado.
Entre los gases que se desprenden los más
tóxicos son tres: monóxido de carbono, ácido cianhídrico y ácido clorhídrico,
estos últimos derivados de los materiales que contienen nitrógeno y cloro en su
composición.
El principal gas tóxico en los incendios es el
MONÓXIDO DE CARBONO.
Aproximadamente el 50 % de las víctimas de
incendios fallecen a consecuencia de la inhalación de este gas. Si se suma el
efecto sobre grupos más susceptibles, como los niños, ancianos, incapacitados
físicos y las personas bajo los efectos del alcohol, drogas, medicación y otras
con enfermedades cardíacas, este porcentaje asciende al 80%. Desde el punto de vista de peligrosidad,
no es el gas más tóxico pero sí el más abundante.
Si a ello unimos que también se desprenden
grandes cantidades de anhídrido carbónico, que tiene un efecto estimulante del
ritmo respiratorio, que puede llegar hasta duplicarse cuando la concentración
es del 3 % de anhídrido carbónico, es fácil comprender que el principal riesgo
para las personas en un incendio es la inhalación de gases tóxicos a altas
concentraciones.
En una combustión que se desarrolla con aporte
de oxígeno suficiente, el carbono de la mayoría de los combustibles orgánicos
reaccionará completamente con el oxígeno para producir anhídrido carbónico. En
los incendios, sin embargo, la cantidad de oxígeno disponible no es tan
abundante, y se producen grandes cantidades de monóxido de carbono, tanto mayor
cuanto mayor sea el grado de confinamiento.
La toxicidad del monóxido de carbono se debe a
su facilidad de combinación con la hemoglobina de la sangre para formar carboxi-hemoglobina
(COHb), que impide el Intercambio de oxígeno y anhídrido carbónico.
LA ACTUACIÓN CONTRA LOS INCENDIOS
La evidencia y naturaleza del riesgo derivado
para las personas en caso de incendio exige la adopción de medidas necesarias
para evitar su aparición - en lo posible- y, si se produce, conseguir que sus consecuencias
sean las menores posibles y, en todo caso, salvaguardar la vida de las personas
que sean afectadas por ellos.
ETAPAS DE LA POSIBLE ACTUACIÓN CONTRA
INCENDIOS
Hay tres posibilidades de actuación contra los
incendios que son:
• Prevención.
• Protección/Extinción.
• Reparación: Emergencias y Evacuación.
LA PREVENCIÓN DE INCENDIOS
La prevención de incendios entendida como una actitud ante el riesgo, que necesariamente ha de ser activa, y consiste en mantener una atención continua en relación con las posibles causas de incendio, adoptándose medidas para la eliminación de las causas. La prevención activa evita la aparición del incendio.
FACTORES DE LOS INCENDIOS Y MÉTODOS
PREVENTIVOS